martes, 26 de julio de 2011

Invisibilizar lo incivilizado

En una tarde de invierno temprano, yo salía de la facultad acompañado de dos amigos, todos engalanados en ropas siempre predispuestas a darnos calor suficiente como para que a paso firme y veloz huyésemos de ese frío lacerante que nos hostigaba a cada metro recorrido. Íbamos en plena retirada ante una batalla perdida en pos de la temperatura corporal, cuando algo nos llamo la atención. En la puerta de una iglesia yasia una figura inmóvil, sentado contra una columna un hombre de tez blanca violácea tenia sus ojos cerrados, su boca apretada, sus músculos tensos por el frío mantenían una mano extendida esperando que alguna moneda cayera en ella. Había algo particularmente llamativo en ese ser, algo que me llamo la atención desatenta que apenas podía hacerme ver mas allá de mi nariz fría, lo llamativo en ese hombre era su no movimiento, no parpadeaba, no respiraba, su mano congelada no se movía con el latir lento de su corazón, parecía muerto en vida, era parte de la columna, de la iglesia, un escoyo más al que todos evitaban sin prestarle demasiada atención.

lunes, 4 de julio de 2011

Los silencios de nuestra América


Pensar en América latina como una Patria Grande, es poder pensarnos a partir de problemáticas comunes que nos atraviesan. Poder entendernos como una unidad, y en esa unidad reconocer las mismas líneas que nos atraviesan y ver aquellas otras que nos diferencian. Poder, por sobretodo, aprender de las experiencias de  aquellos países que intentar solucionarlos. Queremos introducir de manera general el panorama sobre la situación penitenciaria en algunos países de la región. En realidad, para poner de relieve las situaciones de semejanza que hay entre nuestra realidad y las que se dan en otras regiones, como así también conocer las experiencias que avanzan contra la corriente, las que proponen una nueva mirada y manera de llevar a cabo las políticas. Países como Ecuador y Venezuela es donde resulta más interesante poner el acento ya que están en un incipiente y concreto proceso de transformación.
Así como en nuestro país la situación carcelaria actual es estructural al sistema penitenciario en todos sus sentidos, el hacinamiento y las condiciones paupérrimas de vida de las personas que se encuentran privadas de su libertad en los países vecinos es también preocupante e inherente a los sistemas de detención. Estas problemáticas nos son comunes a todos y por ello es que nos resulta importante ponerlo en relieve.