Juntas juntas en
la lucha caminando.
Juntas, desde los
barrios vamos organizando.
Juntas,
levantando los puños bien en alto.
Juntas, mala,
mala junta.
De nuevo viajamos
al Encuentro Nacional de Mujeres, esta vez en la ciudad de Mar del Plata. A
mirarnos, a decirnos, a convidarnos. A buscarnos y encontrarnos en las otras, a
discutirnos, a provocarnos. A gritar juntas y hermanadas, a empoderarnos en un
encuentro con nosotras, en una nueva apuesta a la organización colectiva.
De nuevo
participamos del taller sobre Cárceles de Mujeres y Sistema Penitenciario.
Desde Atrapamuros creemos necesario que en el encuentro se pongan en debate las
especificidades de las cárceles de mujeres. Consideramos imprescindible
conjugar, cuestionar e intercambiar miradas que, en su diversidad y en su
convergencia, apuesten a poner en discusión la realidad de las mujeres privadas
de su libertad, a contrarrestar la invisibilización y el silencio impuestos
desde los discuros hegemónicos.
El taller tuvo
que dividirse y ocupar cuatro aulas de la Escuela N°61 porque éramos muchas.
Distintas, militantes de diversas organizaciones, con trayectorias y
posicionamientos diferentes. Había mujeres que habían estado presas, familiares
de detenidas compartiendo su recorrido, sus formas de organizarse y de
resistir. Nosotras, desde Atrapamuros, participamos con el afán de convidar y
debatir nuestra experiencia en unidades de mujeres, nuestras lecturas políticas
sobre ellas y nuestras estrategias de intervención -nuestras formas de
organizarnos junto con las pibas-.
Somos las mujeres
que fajaste,
esas que lucharon
y de la historia borraste.
Somos las que
encerraste,
de la cama a la
cocina.
Somos las que abortan de manera clandestina.
Y hablamos de la
cárcel como institución total, de la justicia patriarcal, de las particularidades
de los contextos de encierro habitados por mujeres. Nos interrogamos acerca del
rol del Estado en los procesos de disciplinamiento y castigo que operan sobre
las mujeres, las violencias múltiples que se ejercen sobre sus cuerpos. La
educación adentro, la realidad de las mujeres madres privadas de su libertad
con sus hijos e hijas.
El segundo día de
encuentro unificamos grupos pero ya nos sabíamos algunos nombres, ya buscábamos
reconocernos entre nosotras. Y cuestionar la estigmatización que pesa sobre
estas mujeres y el rol que allí tiene el discurso reproducido por los medios de
comunicación hegemónicos y la forma en que este impregna nuestro sentido común
sobre las cárceles y las sujetas que encierra. Intercambiamos miradas distintas
sobre las dificultades que supone el postencierro y la responsabilidad tanto
del Estado como de la sociedad civil en dicho proceso.
Nos encontramos,
durante el taller, construyendo consensos tales como el repudio al carácter
patriarcal y sexista del Poder Penal y el cuestionamiento a la idea de “resocialización”
-paradigma obsoleto que pretende explicar la finalidad de las instituciones de
encierro-. Coincidimos también en la necesidad de que las mujeres privadas de
su libertad participen del Encuentro Nacional. Nosotras, desde Atrapamuros,
creemos necesario que esté su voz, que puedan participar de los talleres y
discusiones que se dan, en paralelo, en el afuera. Que se recuperen sus
procesos de organización y sus estrategias de resistencia. Que se las conciba
sujetas políticas, que se las rescate en tanto sujetas con capacidad de cambio.
Y ahora volvemos
unidas, hermanadas. Convencidas. Con fuerza y con ganas de más. Porque…
Ahora estamos
juntas
ahora estamos más
unidas que nunca
y ya no nos para
nadie, ¿cómo?
FEMINISMO
SOCIALISMO Y ADELANTE
* Crónica escrita por Pierina Garófalo.
Ilustración: Franca Ramos para la revista Atrapamuros #6, La cárcel en las mujeres.